JESÚS DEL MONTE

DE VOCACIÓN ELABORACIÓN LADRILLO

Rodeada por cerros, matorrales y estanques naturales, a 3 kilómetros de la ciudad de Morelia, entre calles empedradas y con la permanencia de algunas casas de adobe de las cuales se escapan el humo de las cocinas tradicionales de la localidad, es Jesús del Monte, la tenencia de la VOCACIÓN DEL MEZCAL, donde cada visitante podrá conocer la elaboración de la bebida mexicana, referencia histórica, orgullo mundial, de producción artesanal en variedad de presentaciones y el deguste de incontables paladares a nivel mundial.

Fundada en 1525 por la tribu pirinda antes que Valladolid, aquí subyacen antiguos asentamientos prehispánicos de habitantes matlatzincas siendo este pueblo fundado sobre esos vestigios, el antiguo campanario reposa a un lado del recinto, mientras la cruz atrial de piedra conserva, en la unión de la columna y los brazos, una corona de espinas. Se localizada a 3 kilómetros de la ciudad, en su perímetro el cerro azul, la cantera, las animas, el Aparicio, el cerro grande, el gigante; poseen manantiales que sirven a la comunidad para los riegos de los cultivos y proveen de agua potable a la localidad.

Jesús del Monte tiene una conexión pluvial con Morelia, aquí nace el caudal del rio chiquito que cruza por el lado sur de la ciudad, y después de atravesar Morelia, se une con el caudal del rio grande.

De las actividades productivas destaca la elaboración de teja y ladrillo, elaborada de manera artesanal y contribuyendo a la derrama económica de la localidad, creando en consecuencia que hombres y adolescentes se contraten en las obras de construcción.


Para la comunidad, la capilla de Jesús del Monte es de suma relevancia para quienes gustan admirar la arquitectura religiosa ya que cuenta con características renacentistas. De lo más tradicional y representativo en la localidad es la danza de los viejitos y el torito de petate; siendo el primero, un anciano y una anciana caracterizados con máscaras de madera tallada, policromadas con facciones de ancianos sonrientes, pelucas de fibra de zacate, sombrero típico de la región con listones de colores y bastones de otate. Es de resaltar que el viejo lleva un capote de palma de la costa michoacana, es una evidencia de la relación que existe con el tejido de las palmas para bendecir el domingo de ramos.

En la segunda danza, el toro simboliza la maldad y lo mundano, los personajes de la comparsa, el caporal que personificaba a San José, la maringuía, que toma la forma de la Virgen María, y el caballito que encarnaba al niño Jesús. Los preparativos comienzan con la recolección de las mazorcas en la casa de aquel que hacía “el toro”, el carguero, una semana antes del Domingo de Carnaval. Disfruta de un paseo en las lanchas que rentan los establecimientos comerciales de alrededor, practicar ciclismo o senderismo en la zona montañoso de la localidad y degusta de la comida regional como pozole, tamales, corundas y carne asada.